Uno de los objetos que es capaz de contar más de una historia de nuestros pequeños, son sus zapatos. Desde que son bebés, sus piecitos cubiertos por osos, elefantes, flores, moños, carros entre otros motivos, que nos cautivan y enternecen, empiezan a escribir las primeras líneas en el libro de sus vidas. A medida que van creciendo, empezamos a buscar un zapato mucho más cómodo y firme que los acompañe a vivir esa etapa inicial de exploración y descubrimiento del mundo. Para entonces, ya tenemos en mente que esos zapatos no van a durar limpios por mucho tiempo, y por lo mismo, les brindamos la libertad de que los usen hasta que nos veamos en la obligación de comprar una talla más grande.
Con el tiempo, nuestros pequeños irán adquiriendo nuevas experiencias que los llevarán a crear su propia personalidad y, en consecuencia, a elegir los zapatos que más se acomodan a esta. Por supuesto, habrá chiquitos que tendrán unos zapatos de preferencia, esos no quisieran cambiar o dejar por ningún otro, y otros pequeños que esperan el momento de poder tener esos mismos que tenía su amigo, los que vio en la película, los que alumbran al caminar, los que les combinan, los que tienen un dibujo en particular o simplemente los que a ellos más les gusta, etc. De esta manera, esa pequeña prenda empezará a jugar un papel muy importante en sus vidas y claro, en la de sus papás.
Por otro lado, al ver la influencia que tienen los zapatos en la formación de nuestros niños, nos daremos cuenta tienen una gran trascendencia en su etapa de crecimiento. Es gracias a estos, que nuestros niños y niñas aprenden a resolver uno de los acertijos más complejos durante sus primeros años: cómo amarrar los zapatos. ¿Quién tiene la verdadera fórmula para ello? A decir verdad, cada quién tiene su teoría y quién la enseñe, se dará cuenta, que al final, ellos lo resolverán a su manera. Sumado a ello, está labor estará acompañada de la frase mágica utilizada por muchos “por favor”. Cuando se está en este proceso de aprendizaje, les enseñamos a que pidan cordialmente el favor de que les amarren los zapatos, hasta que ellos, sin darse cuenta, lo hagan de manera automática.
Ahora, qué decir de los zapatos del uniforme del colegio, ese blanco tan puro de los tenis que dura un instante o el brillo que se debe procurar para los días formales que parece tan efímero. Todo, para que los niños valoren la importancia de estar siempre bien presentados, de alistar y preparar su vestuario y de cumplir con normatividades institucionales que, aunque consideremos en ocasiones exigentes, les ayudarán a ver a sus compañeros por igual. Todos siempre listos a compartir y divertirse sin nada que los diferencie más que sus propias maneras de ser.
Cuánta historia detrás de un par de Zapatos…
Con Papos queremos que nuestros pequeños disfruten su vida al máximo, estamos dispuestos a dejarnos pintar de tempera, plastilina, a pisar charcos, a caminar sobre terrenos de aventura, a bailar en cada fiesta a la que seamos invitados, a caminar hasta que pidamos un descanso en los brazos de quienes más nos quieren para poder descansar. ¡Estamos dispuestos a todo! Queremos consentirlos y cuidarlos como tú siempre lo has hecho, desde sus zapatos. Papos ha sido creado para ofrecerles a tus pequeños opciones únicas y creativas para pisar firme en cada uno de los momentos de sus vidas. Gracias por confiar en Papos.
