¿Cuándo llevar a tus hijos a un podólogo?
La podología infantil ayuda con tratamiento para las alteraciones y defectos estructurales o funcionales de los pies en los niños.
Como bien sabemos, los pies se componen de huesos, articulaciones, músculos, tejidos, y terminaciones nerviosas.
Es por ello por lo que es importante llevar a los niños a un podólogo apenas se observen señales de formaciones no adecuadas de sus pies.
Sin embargo, ten en cuenta que se recomienda que, a manera de rutina, se lleve a los niños al podólogo una vez al año como mínimo.
Si se detectan y se tratan alteraciones en la infancia, se puede evitar que las patologías se agraven en la edad adulta.
A continuación, presentaremos algunas señales ante las cuales podemos estar alertas para detectar cualquier anormalidad en el desarrollo de los pies de nuestros niños y llevarlos al podólogo para los respectivos exámenes y tratamientos:
#1: La posición de los pies al caminar
Al ángulo de progresión de la marcha que debe presentar un niño al caminar, también se le conoce como Ángulo de Fick, y éste debe ser de 15 grados de apertura.
¿Qué significa?
Significa que cuando nuestros hijos meten hacia dentro las puntas de los pies, significa que tiene un ángulo de progresión de la marcha disminuido, a lo que se le conoce también como marcha en aducción.
En el caso de que nuestros hijos caminen con la punta de los pies hacia afuera, significa que tienen un ángulo de la marcha aumentado, o marcha en abducción.
En cualquiera de estos dos casos, acude al podólogo para que pueda recibir un tratamiento que le permita corregir la marcha.
#2: Si caminan en puntillas
Aunque caminar en puntilla puede ser un ejercicio ideal para la formación del arco del pie, debemos estar atentos a si esto es habitual en los niños.
Cuando los niños caminan de puntillas de manera sostenida durante meses, entonces algo anda mal. Se trata de una alteración de la pisada que a veces ocurre de forma natural en las primeras fases de la etapa de sus primeros pasos.
El problema es cuando esta alteración se extiende entre los 5 y 10 años, si esto ocurre, lo mejor es que solicites una consulta con el podólogo porque las causas de esta alteración que no entre en una etapa natural pueden ser varias.
#3: Deformidad de los dedos
La última señal que te presentamos, ante la cual es necesario estar alertas, es la deformidad en los dedos.
Esta deformidad puede ser de dedos montados o desviados, y si se detecta en los primeros meses de vida de tus hijos, es más fácil corregirla mediante una serie de prácticas que consisten en hacerles vendajes sencillos o fabricar pequeñas férulas de silicona.
En pocos meses se pueden colocar los dedos en la posición correcta. Ahora bien, si este tipo de deformaciones no se tratan a tiempo, se pueden consolidar y en estos casos es necesario acudir a un tratamiento quirúrgico.
Patologías frecuentes que pueden corregirse o evitarse con la ayuda de un podólogo
A continuación, presentamos las patologías que se presentan con más frecuencia en los niños, estas pueden evitarse con los consejos y recomendaciones de los podólogos, y también pueden ser tratadas por este tipo de especialistas.
- Enfermedad de Sever: su principal síntoma es el dolor de talón, y se presenta entre los 7 y 12 años.
- Pies planos: es una de las patologías más típicas, se identifica por el arco plantar interno con menos altura de lo normal, lo que provoca ensanchamiento del pie y caída hacia la parte interna.
- Pies valgos: consiste en una desviación del talón que produce inestabilidad al caminar, afecta mayormente a niños entre los 4 y 6 años.
Si tus hijos presentan señales que pueden apuntar a estas patologías, lo mejor es que acudas a un podólogo que pueda realizar los debidos exámenes y recomendar la mejor forma de tratarlas.
De igual forma, te recomendamos que le compres a tus hijos calzados cómodos, cuyas características se ajusten a su edad y le generen confort y seguridad.
En Papos.shop tenemos las mejores opciones, explóralas aquí.